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bahia blanca, buenos aires, Argentina
cuando escribo decente soy humano, cuando puteo soy argentino.

sábado, 4 de octubre de 2014

UN MES SIN GUSTAVO

" Cierro el puño tal vez para no ver mi mano vacía, si pudiera decírtelo de alguna otra manera lo haría..." Cantabas en "Rapto", y puede que eso defina de alguna manera el vació, la soledad inconsolable donde nos dejaste a todos desde hace un mes. 
Tengo que acostumbrarme a vivir sin vos desde ahora, aunque suene raro, aunque no nos hallamos conocido en persona. Cuando tenia 11 años irrumpiste en vida y ya no te fuiste. Me llamaste la atención porque a mis tiernos oídos que se iniciaban en el mundo del rock la forma en que cantabas se entendía, limpia y clara.  Si con "Soda Stereo" tu primer disco supe que existías, con " Nada Personal" ya fue amor incondicional, hasta hoy y para siempre.
vos rock star, vos padre de familia, vos, siendo el que le ponía música de fondo a la vida de los que fuimos jóvenes en la década del 80 y todos los que vinieron después.
Tengo mi cabeza llena de tus frases y tus melodías y te lo agradezco infinitamente.  También tengo un dolor muy grande porque se que ya no habrá mas Cerati, no mas música nueva que acompañe nuevos momentos de mi vida, todo termino hace 4 años pero nadie quería aceptarlo.
La vigilia termino hace un mes como nadie quería, terminaste demostrando que eras de carne y hueso y no solo un mago de la guitarra y Dios te llevo con el, seguramente juzgando que ya habías dado suficiente a este mundo y te requirió  para que des tus shows del otro lado, donde podrás por siempre hacer lo que te gusta.
Nos quedan tus discos, tus dvds , tus palabras, pero se que nada de eso terminara alguna vez por llenar el vació.
Del morbo amarillista de hace un mes de la prensa, transmitiendo en vivo el ultimo adiós que te daba la gente, solo me quedo con una imagen que resume lo que tanto te queríamos y no hay modo en palabras de poder expresarlo: La cámara mostrando a un hombre, tal vez de 40 años o menos, pero por ahi, que desconsoladamente lloraba de un modo visceral y profundo, solo, de pie junto a las vallas, esperando el coche fúnebre.
Que en paz descanses Gustavo Adrian Cerati , agradezco haber nacido cuando nací y haber podido disfrutar de tu arte, que me acompañara hasta el día en que como vos, me vaya para para el otro mundo, seguramente mejor que este. 





















jueves, 7 de agosto de 2014

Una bebe llamada Alma





Comparto esto porque el nacimiento de esta bebe de unos amigos fue la culminación del anhelo que todos en su grupo de amigos teníamos, verla palpable del lado de afuera, ya que por 9 meses estuvo bien cuidada dentro y por la mama. Felicidades nuevamente Sole y Gus, se los quiere mucho.

La canción se llama " Canción de cuna" y es del grupo argentino Los Piojos.

La creación del video es de una persona del  circulo de amigos de esta cachetona hermosa que es almita

domingo, 3 de agosto de 2014

BRUJA - texto completo . Julio Cortazar

Deja caer las agujas sobre el regazo. La mecedora se mueve imperceptiblemente. Paula tiene una de esas extrañas impresiones que la acometen de tiempo en tiempo; la necesidad imperiosa de aprehender todo lo que sus sentidos puedan alcanzar en el instante. Trata de ordenar sus inmediatas intuiciones, identificarlas y hacerlas conocimiento: movimiento de la mecedora, dolor en el pie izquierdo, picazón en la raíz del cabello, gusto a canela, canto del canario flauta, luz violeta en la ventana, sombras moradas a ambos lados de la pieza, olor a viejo, a lana, a paquetes de cartas. Apenas ha concluido el análisis cuando la invade una violenta infelicidad, una opresión física como un bolo histérico que le sube a las fauces y le impulsa a correr, a marcharse, a cambiar de vida; cosas a las que una profunda inspiración, cerrar dos segundos los ojos y llamarse a sí misma estúpida bastan para anular fácilmente. 
La juventud de Paula ha sido triste y silenciosa, como ocurre en los pueblos a toda muchacha que prefiera la lectura a los paseos por la plaza, desdeñe pretendientes regulares y se someta al espacio de una casa como suficiente dimensión de vida. Por eso, al apartar ahora los claros ojos del tejido —un pull-over gris simplísimo—, se acentúa en su rostro la sombría conformidad del que alcanza la paz a través de moderado razonamiento y no con el alegre desorden de una existencia total. Es una muchacha triste, buena, sola. Tiene veinticinco años, terrores nocturnos, algo de melancolía. Toca Schumann en el piano y a veces Mendelssohn; no canta nunca pero su madre, muerta ya, recordaba antaño haberla oído silbar quedamente cuando tenía quince años, por las tardes. 
—Sea como sea —pronuncia Paula—, me gustaría tener aquí unos bombones. 
Sonríe ante la fácil y ventajosa sustitución de anhelos; su horrible ansiedad de fuga se ha resumido en un modesto capricho. Pero deja de sonreír como si le arrancaran la risa de la boca: el recuerdo de la mosca se asocia a su deseo, le trae un inquieto temblor a las manos vacantes. 
Paula tiene diez años. La lámpara del comedor siembra de rojos destellos su nuca y la corta melena. Por sobre ella —que los siente altísimos, lejanos, imposibles—, sus padres y el viejo tío discuten cuestiones incomprensibles. La negrita sirvienta ha puesto frente a Paula el inapelable plato de sopa. Es preciso comer, antes que la frente de la madre se pliegue con sorprendido disgusto, antes que el padre, a su izquierda, diga: «Paula», y deposite en esa simple nominación una velada suerte de amenazas. 
Comer la sopa. No tomarla: comerla. Es espesa, de tibia sémola; ella odia la pasta blanquecina y húmeda. Piensa que si la casualidad trajera una mosca a precipitarse en la inmensa ciénaga amarilla del plato, le permitirían suprimirlo, la salvarían del abominable ritual. Una mosca que cayera en su plato. Nada más que una pequeña, mísera mosca opalina. 
Intensamente tiene los ojos puestos en la sopa. Piensa en una mosca, la desea, la espera. 
Y entonces la mosca surge en el exacto centro de la sémola. Viscosa y lamentable, arrastrándose unos milímetros antes de sucumbir quemada. 
Se llevan el plato y Paula está a salvo. Pero ella jamás confesará la verdad; jamás dirá que no ha visto caer la mosca en la sémola. La ha visto aparecer, que es distinto. 
Todavía estremecida por el recuerdo, Paula se pregunta la razón de no haber insistido, alcanzado la seguridad de lo que sospecha. Tiene miedo: ésa es la respuesta. Toda su vida ha tenido miedo. Nadie cree en las brujas, pero si descubren una la matan. Paula ha guardado en el vasto cofre de sus muchos silencios una íntima seguridad; algo le dice que ella puede. Ha dejado irse la infancia entre balbuceos y esperanzas; está viendo pasar su juventud como una tristísima diadema suspendida en el aire por manos vacilantes, deshojándose despacio. Su vida es así; tiene miedo, quisiera comer bombones. Los pull-overs y las mañanitas se amontonan en los armarios; también los manteles finamente diseñados con motivos de Puvis de Chavannes. No ha querido adaptarse al pueblo; Raúl, Atilio González, el pálido René, son testigos de antaño; la quisieron, la buscaron, ella les sonrió al rechazarlos. Los temía como a sí misma. 
—Sea como sea, me gustaría tener aquí unos bombones. 
Está sola en la casa. El viejo tío juega al billar en el Tokio. Empieza Paula a sentir la tentación, por primera vez intensa hasta darle náuseas. Por qué no, por qué no. Afirma preguntando, pregunta al afirmar. Es ya algo fatal, hay que hacerlo. Y como aquella vez, concentra su deseo en los ojos, proyecta la mirada sobre la mesa baja puesta al lado de la mecedora, toda ella se lanza tras su mirada hasta sentir de sí misma como un vacío, un gran molde hueco que antes ocupara, una evasión total que la desgaja de su ser, la proyecta en voluntad... 
Y ve surgir poco a poco la materialización de su deseo. Finas láminas rosadas, reflejos tenues de papel de plata con listas azules y rojas; brillo de mentas, de nueces pulimentadas; oscura concreción del chocolate perfumado. Todo ello transparente, diáfano; el sol que alcanza el borde de la mesa percute en la creciente masa, la llena de translúcidas penetraciones; pero Paula fija todavía más la voluntad en su obra e irrumpe al fin la opacidad triunfante de la materia lograda. El sol es rechazado en cada pulida superficie, las palabras de las envolturas se afirman categóricas; y eso es una fina pirámide de bombones. Praline. Moka. Nougat. Rhum. Kummel. Maroc... 
La iglesia es ancha, pegada a la tierra. Las mujeres retardan con charlas su vuelta de misa, apoyando en la sombra espesa de los árboles placeros el deseo de quedarse. Han visto asomar a Paula bellamente vestida de azul, y la contemplan insidiosas en su furtivo camino solitario. El misterio de esa nueva vida las altera, las enajena; apenas puede tolerarse que el misterio resista tanta prolija indagación. El viejo tío ha muerto; Paula vive sola en la casa. Nunca hubo fortuna en la familia; pero ese vestido azul... 
Y el anillo; porque han visto el anillo centelleante que a veces, en los intervalos del cine local, se enciende con insolencia cuando Paula, mecánicamente, echa hacia atrás el ala vibrante de su pelo castaño. 
Paula reza diariamente en la iglesia del pueblo. Reza por sí, por su horrendo crimen. Reza por haber matado un ser humano. 
¿Era un ser humano? Sí lo era, sí lo era. Cómo pudo ella dejarse arrastrar por la tentación, invadir los territorios de lo anormal, desear una figurita animada que le recordara sus muñecas de infancia. El anillo, el vestido azul, todo estaba bien; no había pecado en desearlos. Pero concebir la muñeca viva, pensarla sin renuncia... Aquella medianoche, la figurita se sentó en el borde de la mesa sonriendo con timidez. Tenía pelo negro, pollera roja, corselete blanco; era su muñeca Nené, pero estaba viva. Parecía una niña, y con todo Paula presintió que una terrible madurez informaba ese cuerpo de veinte centímetros de alto. Una mujer, una mujer que su extravío acababa de crear. 
Y entonces la mató. Le fue preciso borrar la obra que fatalmente sería descubierta y atraería sobre ella el nombre y el castigo de las brujas. Paula conocía su pueblo; no tuvo valor de huir. Casi nadie huye de los pueblos, y por eso los pueblos triunfan. De noche, cuando la figurita silenciosa y sonriente se durmió sobre un almohadón, Paula la llevó a la cocina, la puso en el horno de gas y abrió la llave. 
Estaba enterrada en el patio del limonero. Por ella y por sí misma, la asesina rezaba, diariamente en la iglesia. 
Es de tarde, llueve. Vivir es triste en una casa sola. Paula lee poco, apenas toca el piano. Quisiera algo, no sabe qué. Quisiera no tener miedo, evadirse. Piensa en Buenos Aires; acaso en Buenos Aires, donde no la conocen. Acaso en Buenos Aires. Pero su razón le dice que mientras se lleve a sí misma consigo el miedo ahogará su felicidad en todas partes. Quedarse, entonces, y ser pasablemente dichosa. Crearse una dicha hogareña, envolverse en el cumplimiento de mil pequeños deseos, de los caprichos minuciosamente destruidos en su infancia y su juventud. Ahora que ella puede, que lo puede todo. Dueña del mundo, si solamente se animara a... 
Pero el miedo y la timidez le cierran la garganta. Bruja, bruja. 
Para las brujas, el infierno. 
Las mujeres no tienen toda la culpa. Si creen que Paula vende en secreto su cuerpo es porque el origen de tan insólito bienestar les es incomprensible. Está la cuestión de su casa de campo. Las ropas y el auto, la piscina, los perros finos y el abrigo de visón. Pero el amante no habita en el pueblo, eso es seguro; y Paula no se aleja casi nunca de su residencia. ¿Habrá hombres tan poco exigentes? 
Ella cosecha las miradas, recoge comentarios por boca de pocos amigos de familia que acuden a veces, con lenguaje libre de preguntas, a beber una taza de té. Sonríe tristemente y dice que no le importa, que es feliz. Sus amigos, antiguos cortejantes convencidos del imposible, comprueban tanta felicidad en la mirada de Paula. Ahora hay como un brillo de fósforo en sus pupilas claras. Cuando vierte el té en las finas tazas su gesto tiene algo de triunfante, contenido por un carácter tímido que se rehuye a sí mismo la ostentación de lo logrado. 
A solas, Paula recuerda su labor de demiurgo; la lenta, meticulosa realización de los deseos. El primer problema fue la casa; tener una casa en las afueras del pueblo, con la comodidad que su ocio reclamaba. Buscó el lugar, el ambiente; cerca del camino real, aunque no excesivamente cerca. Tierras altas, aguas sin sal. Creó dinero para adquirir el terreno y estuvo por confiarse a un arquitecto para que le construyera la residencia. Sin embargo la detenía el temor de manejar cuestiones financieras, acrecentar sospechas latentes en todo saludo, más precisamente en los muchos silencios desdeñosos. Una tarde, a solas en su tierra, pensó crear la casa pero tuvo miedo. La vigilaban, la seguían; en los pueblos una casa no brota de la nada. No debe brotar de la nada. Había que acudir al arquitecto, entonces; Paula dudaba, amedrentándose ante cada problema. Irse del pueblo hubiera concluido con todo; eso y ser valiente: los imposibles. 
Entonces hizo algo grande: crear, no la casa, sino la construcción de la casa. Aplicándose noche y día, logró que la residencia fuera edificada sin despertar en nadie el temido azoramiento. Creó paso a paso la construcción de su finca, y aunque hubo días en que se preguntó qué harían los obreros al concluirla, tuvo al fin la satisfacción de ver que aquellos hombres se marchaban en silencio, contando su dinero. Entonces entró en su casa, que era verdaderamente hermosa, y se dedicó a amueblarla poco a poco. 
Era divertido; tomaba una revista, en busca de un ambiente que la complaciera, elegía el lugar preciso y creaba cosa por cosa esas predilectas imágenes. Tuvo gobelinos; tuvo un tapiz de Teherán; tuvo un cuadro de Guido Reni; tuvo peces chinescos, perros pomerania, una cigüeña. Los pocos amigos que acudían a la casa eran recibidos en habitaciones prolijas, de discreto gusto burgués; Paula los esperaba cordialmente, los llevaba a pasear por la casa y los jardines, mostrándoles los crisantemos y las violetas; y como ella era la discreción misma, los visitantes bebían su té y se marchaban de la residencia sin descubrir nada nuevo. 
Integró una biblioteca con volúmenes rosa, tuvo casi todos los discos de Pedro Vargas y algunos de Elvira Ríos; llegó un momento en que ya poco deseaba y su capricho sólo halló ejercicio en alguna golosina, un perfume nuevo, una sazón de pescado. Pero después Paula quiso tener un hombre que la amara, y aunque vaciló largo tiempo entre recibir en su lecho a cualquiera de sus fieles pretendientes o crear un ser que cumpliera en todo sus románticas visiones de antaño, comprendió que no había alternativas y que le era forzoso decidirse por lo último. Un amante del pueblo hubiera preguntado, inquirido hasta descubrir, más allá de la sonrisa, el poder de la bruja. Y entonces hubiera sido el terror, la persecución, la locura. 
Creó su hombre. Su hombre la amó. Era bello, fino, se llamaba Esteban, jamás quería salir de la casa: así tenía que ser. Ya enteramente aislada de sus semejantes, Paula negó el té a los amigos y éstos presintieron la regencia de un macho en la casa. Tristes de corazón, se volvieron al pueblo. 
Ella recuerda ahora su labor de demiurgo. Es casi de noche; Paula no está triste y sin embargo hay una mano fría que se apoya en su pecho, cubriéndole el hueco entre los senos con una firme opresión. «Estoy cansada», se dice. «He tenido que pensar tanto, que desear tanto...». Comprende, sin palabras, la tremenda fatiga de Dios. También ella necesita su séptimo día para ser enteramente feliz. 
Esteban se reclina a su lado, mirándola con hondos ojos negros; le sonríe, un poco como un hijo. 
—Paula —murmura. 
Ella le acaricia el pelo sin hablar. Es difícil no sentirse maternal con ese muchacho demasiado sensible, desasido de todo lazo humano, íntegramente dado a la tarea de adorarla. Esteban no hace preguntas, parece estar siempre esperando su voz. Es mejor así. 
Y de pronto, como una lejana llamada de cuernos, Paula tiene la débil pero distinta sensación de estar enferma, de que se va a morir, de que el séptimo día viene sin aplazo posible. 
Cuando los dos médicos retornan al pueblo, es bien poco lo que tienen que decir. Lo mismo al siguiente día. En la tarde del tercero, el automóvil de los médicos rodea la plaza y se detiene ante la cochería principal. 
Es entonces que los amigos de Paula deben luchar contra el desatado rencor de todo un pueblo cristiano. Las esposas, las hermanas, los profesores de moral lugareña; hay quienes aspiran a que Paula se corrompa en la soledad de su casa, libre y abandonada como su vida. Lo que se elige en este mundo ha de mantenerse en el otro. Y son pocos, apenas cinco hombres silenciosos, los que acuden por la noche a la residencia para velar el cadáver de la amiga. 
Los empleados de la cochería y dos mujeres de la granja vecina han puesto a la muerta en el ataúd y montado la capilla ardiente. Los amigos encuentran, casi sin sorpresa, a Esteban. Lo ven por primera vez, estrechan su mano. Esteban parece no comprender; está sentado en un alto sillón de respaldo calado, a la derecha del cadáver. A intervalos se levanta, va hasta Paula y la besa en la boca; un beso fresco, fuerte, que los amigos contemplan con espanto. El beso de un joven guerrero a su diosa antes de la batalla. Después vuelve Esteban a su asiento y se inmoviliza, mirando por encima del ataúd hacia la pared. 
Paula ha muerto al atardecer y es medianoche ya. Los amigos están solos, con ella y Esteban. Afuera hace frío y algunos piensan en el pueblo, en las botellas de agua caliente de los lechos, en los boletines de radio. 
En semicírculo miran a Paula que yace sin esfuerzo, como por fin liberada de una carga superior a sus pequeños hombros que han conservado siempre algo de la forma niña. Las larguísimas pestañas vierten una mínima sombra sobre los pómulos grises. Los médicos han dicho que su muerte ha sido lenta pero sin lucha, como una madurez de fruto. Y por los cinco amigos pasa, alternativamente, el mismo tierno y manido pensamiento: «Parece dormida». 
¿Por qué entra tanto frío en la habitación? Es repentino, por bocanadas crecientes. Tal vez un frío que nace de adentro, piensan los amigos; suele sentirse en los velatorios. Un poco de coñac... Y cuando uno de ellos mira a Esteban, rígido en su sillón, siente como un horror que repentinamente le crece y le invade el pelo, las manos, la lengua; a través del pecho de Esteban está viendo los calados del respaldo del sillón. Los otros siguen su mirada y lividecen. El frío sube, sube como una marea. Más allá de la puerta cerrada se yergue de pronto la masa espesa del monte de eucaliptos bañado de luna; y ellos comprenden que lo están viendo través de la puerta cerrada. Ahora son las paredes que ceden ante el paisaje del campo, la granja vecina, todo bajo una cruda luz de plenilunio; y Esteban es ya una burbuja de gelatina, bello y lamentable en su sillón que cede como él ante el avance de la nada. Del techo entra un chorro de luz plateada quitando nitidez a los resplandores de la capilla ardiente. Por la suela de los zapatos sienten ahora los cinco amigos filtrarse una humedad de tierra fresca, con césped y tréboles, y cuando se miran, incapaces de pronunciar la primera palabra de la revelación, están ya solos con Paula, con Paula y la capilla ardiente que se levanta desnuda en medio del campo, bajo la luna inevitable. 

sábado, 19 de julio de 2014

Israel es como la Alemania nazi.

Esta imagen y el texto que hay mas abajo es de la gente de la pagina de facebook " el club de los libros perdidos". Yo lo pongo acá porque comparto totalmente la reflexión que hacen acerca del tema. En esta era donde todo se sabe todo el tiempo, ocurra al lado de tu casa o en el extremo mas remoto del mundo, que los Israelíes hagan este genocidio y nadie haga nada para evitarlo es una vergüenza. ¿ Donde esta Obama, premio nobel de la paz? ( que ridículo, si se lo daban a Hitler era lo mismo).¿ Donde esta la ONU, o Palestina no es una nación y no merece los mismos derechos que todos los demás pueblos del mundo?


“La incursión y bombardeo de Gaza no se trata de destruir a Hamas. No se trata de detener el lanzamiento de cohetes hacia Israel, no se trata de lograr la paz. La decisión de Israel a llover muerte y destrucción en Gaza, el uso de armas letales del campo de batalla moderno contra una población civil indefensa, es la fase final de una campaña de décadas para limpiar étnicamente palestinos”
- Noam Chomsky

¿Les ofende la imagen?
Pues bien, es la idea. Pues bien, no defiendan a los sionistas que la hacen realidad.
Porque a mí me ofende que me digan antisemita por no querer esconder lo que Israel está haciendo con Palestina.
El pueblo palestino también es semita, ¿pues quién es el antisemita entonces, el que denuncia o el que justifica su exterminio?

Millones de judíos en todo el mundo defienden la causa palestina.
Millones de jóvenes israelíes están presos por no querer hacer el servicio militar que está bombardeando zonas civiles en Gaza.
¿Son antisemitas ellos que son judíos o es genocida el estado sionista de Israel?

Dejen de mentir, si tienen corazón por los niños que mueren en esos bombardeos, dejen de mentir y acusar de terrorista a todo el que no agacha la cabeza ante un régimen fascista.

Denuncien la página, insulténme, o váyanse, yo no puedo hacer la vista mientras exterminan un pueblo, si los libros sirven para algo, debería ser para hacernos más humanos.

"En el fondo el verdadero problema es la ocupación camuflada del territorio Palestino donde cada vez que Israel se "defiende del terrorismo" destruye miles de casas de Palestinos que después no pueden ser reconstruidas por el control que tienen y que terminan por desplazar a los palestinos de sus tierras para seguir ampliando los asentamientos judíos."
Luis Cano Tapia

...así reducen a los palestinos al exilio o al apartheid, y si se defienden o no se resignan, los acusan de terroristas por arrojar piedras a sus tanques.
¿Pero quién es el verdadero terrorista?.

viernes, 11 de julio de 2014

estafa por facebook

Resulta desagradable cuando pasan estas cosas. Cuando se aprovechan de la gente y la estafan, ya es mas allá que lo meramente económico, y algunos lo hacen impunemente por facebook, pero este caso le toco a una amiga mía y no se si sirva o no pero va a quedar acá para que lo vea el que tenga ojos.
estas ballenas son las que publica Bernarda Diseños Exclusivos.
Debido a que es muy diferente a la que me entrego, le reclame en varias oportunidades y a pesar de haber conversado con ella prometiéndome que me la iba a cambiar nunca logre concretar el canje, dado que ahora ni siquiera me responde mis mensajes.
por eso les advierto que en caso de que quieran realizar alguna compra, que controlen la mercadería antes de pagar ya que no es muy leal a la hora de hacerse cargo de sus errores.
Por gente como esta se ven perjudicados emprendedores honestos que se manejan por este medio.
Esto lo escribió una amiga mía y doy fe de la estafa descarada que sufrió de parte de esa pseudo comerciante que estafa gente por facebook. NO SE DEJEN ENGAÑAR!!!!
No le compren a Bernarda Diseños Exclusivos.

Este es el celular de la estafadora, si la vamos a escrachar, escrachemosla bien por hija de mil putas. En cien pesos estafo a mi amiga que le cuesta un huevo ganarse el mango, y era para regalar a la bebe recién nacida de una amiga nuestra.
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martes, 22 de abril de 2014

DÍA DE LA TIERRA

hoy es el día de la tierra, pero no prendamos velas por el efecto invernadero, no le cantemos el feliz cumpleaños por el monoxido de carbono, mejor dejemos la boca cerrada, tampoco digamos viendo la foto " Que hermosa es", porque la estamos consumiendo. Y tampoco digamos que la estamos matando porque la tierra y sus seres vivos seguirán aquí después de que nosotros nos hallamos extinguido, no somos nada para ella, solo una molestia " Los humanos son el virus de la tierra..." decía el señor smith en Matrix, con mucha verdad. Creer que la destruiremos alguna vez es falso, el planeta seguirá aquí aunque nos matemos unos a otros con bombas atómicas, y la vida de alguna manera continuara, y nosotros ni siquiera seremos un recuerdo.
Aparte darle un día a la tierra.... bueno, no tienen nada que hacer. Mejor seria darle un día a la zona " rizitos de oro", en donde estamos planetariamente dentro de nuestro sistema solar, y tomar conciencia de que por casualidad estamos en el punto exacto, ni muy lejos ni muy cerca del sol, y que aunque nos creamos importantes somos un grano de arena en nuestra galaxia... Y hay miles de millones de galaxias. Esta bien, la Tierra es nuestra casa, pero no parece importarle a nadie, sera porque no vive el humano demasiado. Si viviéramos mas de 500 años nos importaría, pero como podemos aspirar nada mas que a 100 con suerte, que se jodan los que vengan después, que se joda la tierra aunque tenga un día...




lunes, 21 de abril de 2014

"CARTA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ A GEORGE W. BUSH"



"¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente ver que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino? ¿Cómo se siente el miedo apretando tu pecho, el pánico que provocan el ruido ensordecedor, las llamas sin control, los edificios que se derrumban, ese terrible olor que se mete hasta el fondo en los pulmones, los ojos de los inocentes que caminan cubiertos de sangre y polvo?

¿Cómo se vive por un día en tu propia casa la incertidumbre de lo que va a pasar? ¿Cómo se sale del estado de shock? En estado de shock caminaban el 6 de agosto de 1945 los sobrevivientes de Hiroshima. Nada quedaba en pie en la ciudad luego que el artillero norteamericano del Enola Gay dejara caer la bomba. En pocos segundos habían muerto 80. 000 hombres mujeres y niños. Otros 250. 000 morirían en los años siguientes a causa de las radiaciones. Pero ésa era una guerra lejana y ni siquiera existía la televisión.

¿Cómo se siente hoy el horror cuando las terribles imágenes de la televisión te dicen que lo ocurrido el fatídico 11 de septiembre no pasó en una tierra lejana sino en tu propia patria? Otro 11 de setiembre, pero de 28 años atrás, había muerto un presidente de nombre Salvador Allende resistiendo un golpe de Estado que tus gobernantes habían planeado. También fueron tiempos de horror, pero eso pasaba muy lejos de tu frontera, en una ignota republiqueta sudamericana. Las republiquetas estaban en tu patio trasero y nunca te preocupaste mucho cuando tus marines salían a sangre y fuego a imponer sus puntos de vista.

¿Sabías que entre 1824 y 1994 tu país llevó a cabo 73 invasiones a países de América Latina? Las víctimas fueron Puerto Rico, México, Nicaragua, Panamá, Haití, Colombia, Cuba, Honduras, República Dominicana, Islas Vírgenes, El Salvador, Guatemala y Granada.

Hace casi un siglo que tus gobernantes están en guerra. Desde el comienzo del siglo XX, casi no hubo una guerra en el mundo en que la gente de tu Pentágono no hubiera participado. Claro, las bombas siempre explotaron fuera de tu territorio, con excepción de Pearl Harbor cuando la aviación japonesa bombardeó la Séptima Flota en 1941. Pero siempre el horror estuvo lejos.

Cuando las Torres Gemelas se vinieron abajo en medio del polvo, cuando viste las imágenes por televisión o escuchaste los gritos porque estabas esa mañana en Manhattan, ¿pensaste por un segundo en lo que sintieron los campesinos de Vietnam durante muchos años? En Manhattan, la gente caía desde las alturas de los rascacielos como trágicas marionetas. En Vietnam, la gente daba alaridos porque el napalm seguía quemando la carne por mucho tiempo y la muerte era espantosa, tanto como las de quienes caían en un salto desesperado al vacío.

Tu aviación no dejó una fábrica en pie ni un puente sin destruir en Yugoslavia. En Irak fueron 500. 000 los muertos. Medio millón de almas se llevó la Operación Tormenta del Desierto... ¿Cuánta gente desangrada en lugares tan exóticos y lejanos como Vietnam, Irak, Irán, Afganistán, Libia, Angola, Somalia, Congo, Nicaragua, Dominicana, Camboya, Yugoslavia, Sudán, y una lista interminable? En todos esos lugares los proyectiles habían sido fabricados en factorías de tu país, y eran apuntados por tus muchachos, por gente pagada por tu Departamento de Estado, y sólo para que tu pudieras seguir gozando de la forma de vida americana.

Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del Apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24. 000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción. Siempre han sido conflictos bélicos lejanos para ti, pero para quienes viven allá es una dolorosa realidad cercana, una guerra donde los edificios se desploman bajo las bombas y donde esa gente encuentra una muerte horrible. Y las víctimas han sido, en el 90 por ciento, civiles, mujeres, ancianos, niños efectos colaterales.

¿Qué se siente cuando el horror golpea a tu puerta aunque sea por un sólo día? ¿Qué se piensa cuando las víctimas en Nueva York son secretarias, operadores de bolsa o empleados de limpieza que pagaban puntualmente sus impuestos y nunca mataron una mosca?

¿Cómo se siente el miedo? ¿Cómo se siente, yanqui, saber que la larga guerra finalmente el 11 de septiembre llegó a tu casa? "



viernes, 11 de abril de 2014

ADIOS QUERIDO ALFREDO ALCÓN

Hoy nos dejo un gran actor, icono del cine argentino. Fue San Martín, fue Guemes, Fue Juan Carlos Etchepare en " boquitas pintadas", fue Martín Fierro, Fue el diablo de " Nazareno Cruz y el lobo", y hasta fue Jesus en " 30 denarios", una canción de Charly Garcia y Pedro Aznar.
Pero También fue Augusto Remo Erdosain, el protagonista de " Los 7 locos" y su continuación, " los lanzallamas", de Roberto Arlt.
Nada mejor para homenajearlo que verlo en la piel de este torturado personaje, en la pelicula de leopoldo torre nilsson del año 1973, encontré una versión subtitulada al ingles asi que todo aquel que sepa ingles y entre aquí puede disfrutar de este clasico de la literatura argentina llevado al cine.
Hasta siempre Alfredo, que en paz descanses....



miércoles, 2 de abril de 2014

"LOS NIÑOS INGLESES NO EXISTEN "



Los niños ingleses no existen.
Los niños argentinos no existen.
Los niños y niñas en el mundo nacen libres y del mundo. Luego, por un error de conceptos y costumbres repetidas hasta el cansancio para hundir su libertad, se les enseñan mapas y se los encierra en continentes, en países, en ciudades, trazando barreras en un mundo que se les había prometido redondo.

Se les dice que las fronteras son tan eternas y absolutas como insistentes las luces del firmamento.
Así, se les enseña de lo diferente que son esos otros niños, de lo extraño de sus lenguas y costumbres, sus extraños credos y sospechosos matices en la piel. Y lo trascendente de los colores de cabellos o los tintes de sus ojos.
Que es suficiente razón para matarlos, que otros niños nacieran en países con otros colores en el mapa.
Se les enseña ésas y otras tantas mentiras, para que no vean a niños y niñas, dónde sólo hay niños y niñas.

- Jacques Pierre





sacado de la pagina de facebook de " el club de los libros perdidos", página mas que recomendable para disfrutar.
https://www.facebook.com/pages/El-Club-de-los-Libros-Perdidos/162382747156833

lunes, 10 de marzo de 2014

AMOR VERDADERO

Yo conocí un amor de los de verdad, de esos que le hacen caso al sacerdote y son " hasta que la muerte los separe".  Aunque los protagonistas no se hayan casado por iglesia y solo tuvieran un papel que los uniera.
Duraron un poco mas de diez años juntos, nada para un amor verdadero, solo un trecho de la existencia total promedio de vida humana, pero como en muchos otros ejemplos, el tiempo es relativo.
Se querían, de verdad se querían. Se habían conocido ya de grandes, en la madurez mitad de la vida, uno había hacía mucho tiempo formado familia y tenía numerosos hijos y nietos; El otro componente de este relato había estado siempre solo, por decisión o falta de suerte, viviendo normalmente su soltería llenando el vacío de un hogar con relaciones pasajeras o del momento, así de furtivas eran.
Hace unos días asistí al final. Una enfermedad de esas que llaman "degenerativas" pudo finalmente separarlos de planos, de dimensiones, porque durante mucho tiempo trató de separarlos mientras ambos coexistían pero nunca lo logró. 
Atrás quedaba ya el sufrimiento de ambos, porque los amores verdaderos son así, a uno le duele el cuerpo, el otro siente el mismo dolor pero en el alma. 
Queda la abnegación, el cuidado total y la entrega absoluta brindada por el uno hacia el otro, como un recuerdo que a la vista de propios y extraños le da la calificación mas acertada posible, la de poder decirle a la cara y mirándolo a los ojos que es un ser humano con todas las letras, entero, sin poder reprocharle nada ante lo que le toco vivir, porque sobrellevó todo con dolor y silencio, sin quejarse, haciendo todo lo humanamente posible para que su pareja sobrellevara su cruz de la mejor forma posible.
No se si volverán a reunirse alguna vez cuando ambos vuelvan a estar en un mismo sitio- plano- dimensión, nunca se sabrá.
No se como será la vida de aquí en mas del que queda, pero fue buena persona cuando la mayoría de la gente ante una situación así no tiene fuerzas para serlo, así que si se siembra lo que se cosecha el sembró frutos dulces y amorosos y de verdad espero que reciba lo mismo.
Yo conocí un amor verdadero... Y si hubiera mas en el mundo, todo sería un poco mejor...

miércoles, 12 de febrero de 2014

2014 año de Julio Cortazar

Un día como hoy hace 30 años dejaba de escribír Julio, solo eso, porque nunca se irá de nuestras mentes y nuestros corazones. Y en agosto cumpliría 100 años, por eso este año es cronopiamente cortazariano, y no hay homenaje que sea lo suficientemente bueno para tamaña figura de las letras universales.  gracias Julito por hacerme siempre compania