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bahia blanca, buenos aires, Argentina
cuando escribo decente soy humano, cuando puteo soy argentino.

sábado, 2 de octubre de 2010

RUIDO BLANCO

Otro día que no dan nada en la tv. Uno piensa en borrarse del cable, especialmente después de que te descompaginan el orden de los canales porque sí, aunque para ellos sea "para una mejor distribución del contenido" y que de esa forma sea " mas fácil encontrar lo que buscamos". Pues no. El hombre es un animal de costumbres, y cuando uno se acostumbra a que tal numero significa tal señal es difícil volver a re-ordenar las neuronas para que vuelvan a educarse en la difícil comprensión de números y conceptos. Si me quedara sin cable, porque quisiera o por motivos de fuerza mayor ¿Que cosas extrañaría?. A ver. ¿ que la tv me acompañe en las noches de insomnio o dolor de muelas?. No, porque en teoría hay canales de aire ahora que funcionan toda la noche y den películas o no es lo mismo cuando estas insomne o cuando la boca se-te-parte-en-cuatro y te queres tirar por la ventana o arrancarte los molares con una pinza pico de loro. ¿ el fútbol?. Tengo los huevos llenos de ver los 10 partidos de la fecha, por culpa de la GranDTmanía, tendría que ponerme a leer alguna cosa de nuevo a buen ritmo en vez de perder mi tiempo en partidos que no me interesan a menos que haya un quebrado de tibia y peroné por partido. No se que extrañaría la verdad, Los Simpsons, aunque los dan en otro canal y siempre me pierdo los estrenos de temporada. Todo lo demás de la tv es una verdadera BOSTA. Ya ni me causan simpatía los canales tipo History, Discovery, Natgeo, etc. De tanto verlos ya como que todo lo que dicen me lo sé, ya lo vi, siempre hablan de lo mismo y no tengo tiempo en esta vida  como para ponerme a dilucidar si Nostradamus era un visionario o acertó algunas cosas de orto y todo lo demás es como el refrán " hazte fama y echate a dormir". Me estoy acordando de antes, de muuuuuuucho antes en el tiempo, cuando era pibe, cuando podía me quedaba toda la noche leyendo, no existía el tv por cable, a la medianoche se acababa la programación y aguantate, y haciendo ruido de fondo, muy bajito, la radio !que gran invento! sintonizada en alguna estación capitalina, tampoco estaban las locales toda la noche, las FM no existían o yo no tenia una radio que las captara, no recuerdo. La cosa era eso, lectura y programas de radio. En ese tiempo la radio después de la medianoche te acompañaba. Los que hacían radio noctambula tenían ese don, uno simpatizaba enseguida con el locutor/ra que decía boludeces, sí, a mi edad de radioescucha, unos 13, 14 años, todo lo que dijeran eran boludeces, pero no importaba que no me interesara un pepino el mundo de verdad, porque yo tenia Mi mundo y me bastaba.
Recuerdo con agrado esas veladas-desveladas. Aprendí muchas cosas en ese tiempo de lectura, y creo que si añoro los años 80´s en buena parte es por la radio encendida toda la noche, pasando la mejor música que escucharé en mi vida, aunque en aquella época solo era música, a secas, la mayoría no eran lo que serian después, Clásicos, Hits, pero para los que vivimos esa época son túneles del tiempo, cada melodía te fija en algún momento de la década de los ochenta, en sensaciones, con alegrías o tristezas. Entiendanme, estaba empezando a vivir y con cada paso que daba había también un tema que era la música de fondo de lo que me estaba pasando.  De ahí viene mi idolatría a algunos personajes de raros peinados nuevos, que adornaron en posters que persistían en caerse las paredes de mi cuarto. Yo, lector desde mis 7 años de Julio Verne, después cambiado a otro Julio,Cortazar, que no intuía el futuro pero la sabia lunga de Su presente, era feliz así, nutriendo mi ser con imagenes(escritas,o insinuadas en canciones) salidas bien o mal procesadas de mi cerebro. Y cuando ya los ojos ardían del cansancio, y las orejas se aburrían del sonido apagaba la luz, dejandome en la somera penumbra de la habitación que cortaba apenas la poca luminosidad venida de las luces de la calle, y mis dedos acariciaban la fiel Tonomac blanca hasta alcanzar la rueda del dial, comenzando entonces la exploración de las señales de radio qué, pasando las emisiones dispersas de las emisoras potentes o difusas ( hasta radio minería de Chile llegaba a captar y alguna otra de muy al norte, Bolivia o Venezuela, no recuerdo) hasta llegar a la estática misteriosa, a la palabra ininteligible y fugaz, al ruido extravagante, futuristico, de ciencia ficción, pitidos como de claves Morse enviados por alguien hacia la nada del espacio, porqué siempre imaginé que esos ruidos blancos, metálicos, de computadora, eran de los satélites que pululaban encima de nuestras cabezas. Años después, en el primer intento de tener Internet hogareña y salir del yugo de los cybers cafés volví a encontrármelos, gracias a la horrenda conexion a la red por medio del Dial Up telefónico. No me agradó la experiencia de conectarme así, pero como no hay mal que por bien no venga, me trajo muchos recuerdos ese ruidito maquinal. En fin, no se si dejaré el cable o nó, pero me entretuve escribiendo esto un rato, que no es poco un Viernes a la noche y con este frío.


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