Un pasillo. Eso es la vida.Entrás por una puerta, sin saber de donde venías y encaras ese nuevo ambiente,sabiendo desde siempre que allá a lo lejos hay un final, otra puerta, que te lleva a otro lugar tan ignoto como el que dejaste. Solo tenes conciencia del momento,de las sensaciones que invaden tu ¿cuerpo?,sí,pero al principio no sabes como se llaman las cosas,ni para que sirven,ni siquiera sabes quien sos vos ni para que estas ahí comenzando a recorrer ese pasillo-vida. Esas serán las grandes preguntas que guiaran tus pasos,¿Quien soy? ¿para que estoy acá?.
Los primeros años son de aprendizaje,ojos enormes devorandose al mundo tan cálido y variado,una verdadera aventura todo el tiempo. Y el tiempo de la niñez es la verdadera relatividad, no hay que ser un Einstein para saberlo. Cuando se es niño hay una sola estación, ni demasiado frío, ni mucho calor,una eterna primavera perfecta. Y tampoco existe el tiempo que marcan los relojes, las mañanas son luminosas y tiernas, son olor a chocolate caliente y a masitas, son abrazo y beso de buenos días de madre. Las siestas son tibias y extensas, las tardes frescas,las noches antes de dormír traían la sensacion de que un buen día pleno y feliz cesaba para darle paso a uno mejor.Mientras vivías así, sin ataduras ni obligaciones,ERAS FELIZ, sin duda. Entonces, cuando comienzas a pensar, a darte cuenta de las cosas y como funciona el mundo,sientes la vaga sensación de que todo lo que ves, sientes, experimentas, descubres,ya lo has hecho.¿Como te explicas a los seis, siete años,que eres feliz pero que esa felicidad se siente porque es la dicha de volver a ser libre, de tener todo un mundo a tu alrededor como campo de juego?.Asi se siente pero ¿cuando estuviste atrapado ANTES, en que lugar y en que tiempo si eres un niño pequeño que solo siente y no se cuestiona las cosas?.Aquí comienza la teoria de las ventanas.Experimentar una felicidad nostálgica a una edad en que esa palabra no existe supone que una ventana invisible se abrio detrás nuestro,en el trecho del pasillo ya recorrido. Es la mas pueril de todas y en la que podemos aventurar alguna teoria vaga donde empezar a pisar en el terreno de las suposiciones. No sabemos, o no recordamos, nada de nuestro comienzo en la vida,solo que fuimos intercambio de ADN,una parte corriendo una maratón de millones de participantes, y la otra el premio.Fuimos ambas y de esa fusion somos lo que somos,no hay demasiado misterio ahi, salvo el instante en que todo se mezcla y el reloj de nuestra vida comienza a correr aún antes de tener un corazon latiendo.Entonces,¿la felicidad como fin de la opresión sería un recuerdo vago de nuestra gestación en el vientre materno? ¿Acaso no hay lugar más anhelado y seguro que la panza de mamá?.¿O simplemente estoy equivocado y la felicidad perfecta y temprana es solo la consecuencia del estár vivo, y de ser un SER disfrutando de esa vida sin prejuicios, sin obligaciones,sin traumas ni temores, en una palabra, sin las manchas que se van a pegar en la tela de nuestra alma a lo largo del pasillo?.
Luego creces, de cuerpo, de mente,comienzas a ser parte de la sociedad, y es un juego que jugarás hasta el fin; Un juego de exigencias y demandas por ambas partes.La vida en sociedad te absorverá en su voragine y te exigirá cosas para ser parte de ella y tu te amoldarás, irás perdiendo esa libertad de los primeros años sin darte cuenta,con los ojos puestos en objetivos diversos, pensando en tu porvenir,descubriendo que el mundo no es un jardin luminoso sino una gran selva donde una única especie es presa y depredador. Y por supuesto tu no quieres ser victima,tampoco un predador,simplemente quieres tu parte del mundo y que nadie te hinche las bolas.
Vas avanzando por el pasillo sin saber cuanto trecho falta para el final,y tampoco miras hacia atras, eres un joven que vive el hoy. Ya haz decepcionado y te han decepcionado. Ya amaste y te han amado. Ya perdiste mil veces la fe en algo y volviste a encontrarla. Cuando encuentras la segunda ventana en tu pasillo-vida, la gente lo llama reflexion, balance a la mitad de tu existír. Posiblemente ya tengas casa, familia,perros, gatos, obligaciones,el empleo que deseabas o el agujero donde simplemente te ganas la vida,tragando saliva y agachando la cabeza. En esta ventana si te asomas,aquí si existe la nostalgia, los recuerdos, los buenos y malos momentos, las decisiones acertadas y de las otras. Sabes que ya no puedes cambiar nada, que todo alli es la causa de ese efecto que eres hoy,pero a pesar de todo intentas ser optimista y buscaras la manera de enmendar las cosas que no te gustan fijandote un camino sin demasiados sobresaltos hacia una vejez tranquila. Es cierto que a veces nada sale como lo planeado, que no puedes preveer nada en la vida, pero lo intentaras sabiamente.
Sí luego de una determinada cantidad de años,has sobrevivido a la selva,has hecho tu vida de algun modo, no soy nadie para juzgarte,y lograste ser un numero más en la estadística de las personas que llegan a la tercera edad, sabes que el largo pasillo pronto, de alguna manera llegará a su fin. Y tengas salud mental o afrontes esa etapa envuelto en desvaríos la tercera ventana esta ahi. Una rara mezcla de las anteriores,en donde los recuerdos y las sensaciones toman la consistencia poderosa que tenía para tí la felicidad de esa primer ventana. Ya no te importa el mundo, ese mundo que gira, que renace y se destruye continuamente, porque tu estas ya excluido de el, en un asilo de ancianos,en una casa llena de hijos y nietos,o solo bajo un puente aferrado a una botella,esas son circunstancias, no importan. La tercera ventana es una dulce bruma que te trae pedazos de tu vida, los combina amablemente,los revive como en un sueño nítido, en postales de cosas que has hecho y te las muestra como diciendote mira,esto fuiste a lo largo del pasillo, esto hiciste, esto viviste, sentiste,observalo, disfrutalo,recuerdalo,impregnate de todo porque eso FUISTE y eso ERES,y cuando acabes tu último recuerdo el fin del viaje llegará y verás la puerta,y tal vez precises saber quien fuiste y quien eres cuando cruces su umbral...
Esto lo escribí hace rato en mi otro blog, las galletas verdes son humanos, y lo pongo acá para darle algo de razonamiento lineal a este blog que tengo medio abandonado y para probar como es la suscripción a mis entradas por E mail, porque hay que testear los que los giles de las redes sociales ponen como herramientas ( ya saben de mi reticencia a las grandes corporaciones de la web). Gracias por su tiempo, el autor de este delirio soy yo, aplausos o silvatinas de repudio son aceptadas en los comentarios.
2 comentarios:
Pues a mi me encantó...espero que así sea y que los pedazos de lo que fui se me muestren amablemente combinados dentro de...jo, dentro me mil años más o menos. Como dice el maestro Sabina me moriré pataleando y en mi epitafio dirá "Yo no quería"
Un beso, Mundocolito
Gracias amiga. Un beso, en mil años sabremos como será,por ahora nos entretenemos teorizando :)
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